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Ana Bernal

La terapia en línea llegó para quedarse

Cada vez son más personas las que toman terapia en línea.

Con la llegada de la pandemia los problemas emocionales se hicieron evidentes o empeoraron. 

Hemos pasado por un año difícil, con malas noticias en todo el mundo, desesperanzados al no ver el final de esta crisis. Han aumentado los casos de ansiedad, depresión, alcoholismo, violencia intrafamiliar y los problemas psicológicos en general.

Y a la vez estamos viviendo un cambio, se está transformando la percepción de la salud mental en el mundo y la manera de abordar esos problemas, la gente está empezando a hacer algo al respecto y están acudiendo a terapia en línea.

Bienvenidos a la nueva era de la terapia en línea

Este tiempo que vivimos aislados y sin tantas actividades con las que fugarnos y entretenernos nos permitió hacer una introspección y en algunos casos se hizo evidente el problema de ansiedad, autoestima, depresión, o un sentimiento de vacío y falta de sentido de vida.

El hecho de que cada vez sean más comunes las juntas, reuniones sociales, clases y trabajo virtual a través de diferentes plataformas, han hecho que las personas pierdan el miedo al uso de la tecnología, y a la vez pudimos ver que podemos tener los beneficios de reunirnos con personas sin necesidad de perder tiempo en el tráfico.

Se está rompiendo el estigma de la terapia en línea

Muchas personas se dieron cuenta de la necesidad de hacer un trabajo interno, si ya lo sabían antes de empezar la cuarentena puede ser que se resistieran por la falta de tiempo, no estar dispuestos a trasladarse a otro lugar, el miedo a que alguien pudiera verlos debido al estigma que rodea el acudir con un psicólogo. Afortunadamente ese estigma se está rompiendo rápidamente y cada vez más personas están buscando ayuda psicológica por primera vez.

Lo beneficios de la terapia en línea

La accesibilidad que brinda la terapia en línea ha permitido que cada vez sean más las personas que buscan ayuda. El hecho de sentirse seguros en su propio espacio para poder abrirse y hablar de lo que quieran es un punto a favor a la hora de desinhibirse.

Tiene múltiples ventajas al ser en línea, se puede tomar la terapia en la hora de descanso para comer, antes de iniciar con el trabajo o al final, con la ventaja de que no se pierde tiempo en llegar hasta el consultorio. Solo necesitas un dispositivo y buena conexión de internet.

La terapia en línea es tan efectiva como el hacerlo en persona, se puede lograr el mismo nivel de compromiso, empatía y profundización. Lo que es importante es acudir con un terapeuta capacitado y con experiencia.

Cada vez es más común saber de personas cercanas que hablan abiertamente de que acuden a terapia y los beneficios que les ha traído a su vida.

Es esperanzador ver que estamos entrando al mundo de la terapia en línea, y que se están rompiendo los estigmas respecto a la salud mental.

Hace algunos años era algo que se hacía a escondidas, no queríamos que nadie supiera que íbamos a terapia, como si eso fuera sinónimo de locura.

Hoy la salud mental es un tema sumamente importante, socialmente se le está dando mayor relevancia, en especial por los problemas derivados de la crisis en la que nos encontramos.  Es cada vez más frecuente encontrar empresas que le dan prioridad a la salud mental del personal y que se preocupan por un clima laboral que fomente el bienestar emocional.

Es emocionante ser parte de esta revolución y ver cómo se está transformando la manera en que nos cuidamos a nosotros mismos.

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El encuentro de 5 generaciones en el ámbito laboral

Haciendo empresas intergeneracionales

 

Cada vez se da más que los jefes sean más jóvenes que sus colaboradores debido a su inteligencia digital y se espera de ellos que tengan el conocimiento y la habilidad en las relaciones laborales que a los mayores les ha tomado años aprender, así como la inteligencia emocional.

Tradicionalistas, Baby Boomers, la generación X, los famosos Millenials  y por último, los recién incorporados al mercado laboral, la generación Z. Todos ellos comparten un mismo espacio de trabajo, y quizás las mismas obligaciones y responsabilidades laborales. Pero lo que está claro es que su manera de trabajar es diferente. Y la clave es, cómo aprovechar esta diversidad en la cual cada generación puede aportar su perspectiva.

 

Tradicionalista

Nacidos antes de 1955

Este perfil de trabajadores está en edad de jubilación, pero algunos de ellos están optando por mantenerse en su actual empleo. Se caracterizan por haber permanecido en una sola empresa durante casi toda su carrera profesional. Son fieles a su organización y por este motivo, comparten de manera ferviente los valores de la misma y conocen toda la historia de la que ya forman parte.

A pesar de que muchos de ellos se han jubilado, hay quienes aún se resisten a dar el paso por miedo a la inactividad, además ellos son los más importantes transmisores de información de la empresa.

 

Baby Boomers

Tienen entre 45 y 60 años aproximadamente

Ocupan en su mayoría, puestos de alta responsabilidad. Son los actuales directivos de las empresas.

Este perfil se caracteriza por la importancia que dan a la familia. Al igual que los tradicionalistas, muestran lealtad a la empresa y valoran su trayectoria laboral. En ocasiones, por miedo al cambio, tienden a ser algo reacios al cambio cuando se les plantea algo novedoso para la empresa. Trabajan cómodamente con la siguiente generación, ya que los ven cercanos, los respetan y entienden su método de trabajo, con el cual comparten similitudes. Sin embargo, no se muestran tan cercanos a los millenials, a los cuales califican como inconformistas. Tienen la energía y las ganas de trabajar y aun así para ellos es cada vez más difícil conseguir trabajo.

 

Generación X

Nacidos entre 1971 y 1981, ahora tienen entre 35 y 45 años

Son los hijos de los baby boomers y los primeros en familiarizarse con las computadoras en el trabajo y su visión del mercado laboral es más ambiciosa. Suelen ocupar los puestos de rango medio en las empresas por lo que tienen doble presión: las exigencias de los mandos superiores y la presión por la competitividad de los más jóvenes.

Son responsables y se adaptan al cambio con más facilidad que sus antecesores, debido a su convivencia diaria en el entorno laboral con perfiles más jóvenes.

Milennials

Nacidos entre 1981 y 1994, tienen entre 25 y 38 años 

Han sido los generadores del cambio. Piden, por lo general, un nivel mayor de autonomía y esperan ascender con mayor rapidez en la empresa. Crecieron en la era digital y también se han desarrollado en un mundo globalizado.

Se caracterizan por tener una mentalidad muy abierta en el plano laboral pero son reacios a asumir grandes responsabilidades si el proyecto no les apasiona por completo.

Generación Z

Tienen menos de 23 años

La competitividad y altos niveles de formación académica son la base de su futuro laboral. Se trata de personas muy creativas y con un alto nivel de adaptabilidad. Están dispuestos a moverse geográficamente ya que su concepción del mundo es enteramente global. Tienen más conciencia ecológica. Han generado autoempleos y son la primera generación en nacer en la era digital, por lo que están acostumbrados a acceder a la información de manera directa y tienden a cuestionarse todo para encontrar la mejor solución.

En esta época, con cinco generaciones trabajando juntas, es necesario pasar por alto los estereotipos negativos de cada grupo y centrarse al máximo en sus virtudes.

A veces no confiamos mucho los unos en los otros para compartir nuestra sabiduría, sin embargo, hay estudios que demuestran que los equipos de diferentes edades son más efectivos y exitosos.

Nuestro mejor momento físico puede ser cuando somos jóvenes, mientras que económicamente puede ser alrededor de los 40 años, pero emocionalmente es en la mediana edad y más, porque ya han hecho un trabajo interno más extenso y la experiencia de vida les da una sabiduría que las empresas podrían aprovechar para enriquecer y nutrir a los jóvenes genios digitales.

Una empresa exitosa aprenderá a crear una fusión de ambos. Mientras cada vez más jóvenes llegan a las empresas sin herramientas de liderazgo, se vuelve más necesario trabajar a lado de personas mayores con conocimientos de procedimientos, ¿cómo hacer las cosas?, basado en la comprensión de las motivaciones de las personas, hace invaluable esa experiencia organizativa.

Lo que hace invaluable a los mayores es su capacidad para usar esa sabiduría y aplicarla a los problemas modernos, convirtiéndolo en una mentoría mutua. No se puede encontrar información en Internet que te de la respuesta a tus problemas como lo haría un mentor sintonizando el corazón y la mente humana.

 

5 Generaciones

Hay 5 generaciones trabajando juntas actualmente, tenemos que encontrar la manera de embonar estas diferencias generacionales y que la sabiduría se comparta de jóvenes a adultos y de adultos a jóvenes, aprovechando la experiencia de unos y las aportaciones innovadoras de otros, intercambiando conocimientos para aportar nuevas ideas.

Para ello debemos estar dispuestos a promover y aceptar la diversidad y la inclusión.

Hay que luchar por generar la confianza para que todos los colaboradores expresen su falta de conocimiento entre ellos, si los temores se abordan de manera abierta, puede resultar increíblemente gratificante. Mientras exista compromiso y respeto, la comunicación entre generaciones no será una imposición de ideas y conocimientos, sino una manera de eliminar los estereotipos con los que juzgamos a los demás.